Tarde de San Fulgencio Muy cerca de la plaza
dos amigos se encuentran
de Pela y de las Casas.

¿Chico cuando has venido?
Ahora mismo en mi jaca
¿No habrás venido solo?
¡no que traigo a mi hermana¡

Ole vivan los hombres
que cumplen su palabra
palabra que me diste
en las fiestas pasadas
cuando estuve en los toros
y conocí a Esperanza

Supongo habréis venido
derechos a mi casa
por que si eso no fuera
os mudo de posada

Tu a mi ya me conoces
mi palabra es palabra
te dije voy al Santo
y he venido e tu casa

Por cierto que tus padres
sólo por ser de las Casas
y conocerte a ti
nos subieron en hondas

Atizaron la lumbre
y sacaron la jarra
y un plato de biñuelos
que muy ricos estaban

Vámonos cuanto antes
quiero ver a tu hermana
y si tú no lo has hecho
echar pienso a la jaca

Que esta noche el caballo
estire bien las patas
corriendo cuanto pueda
en la gran encamisada

A tu hermana no le digas.
tengo que presentarla,
a mi prima y amiga
y al pie de una luminaria
prepararle un buen sitio
que vea la encamisada

Antonio, mi palabra
merece haber venido
del Pueblo de las Casas,
aguantando este frio
por ver la encamisada

No me preguntes eso
ya lo dirás mañana.
cuando montes y corras
por las calles y plazas

Entro vivas y aplausos
obsequios luminarias
puso la gallardía
con que lucen sus mantas.
los mozos de mi pueblo
montados en sus jacas

Echaremos un trago
de vino de la raña
pan recién cocido
chorizo y unas magras.

por si acaso la cena
se quedará olvidada

Y ya que tu has venido
para que saques sustancias
del mérito a la fiesta.
yo te presto mi montura y mi manta

El gorro te lo harán mi casa
una vecina mía
que se da buena maña

Yo te acompañaré
en mi yegua alazana
y dos amigos míos
que estrenan buenas mantas

Y otro que tu conoces
el de la mula blanca
de espejos y campanillas
le ha comprado una jáquima
que llama la atención
con tantas filigranas

Y luego todos juntos
ya nos alegraremos
tomando en los remolques
vino y ricos biñuelos

Ya se prepara todo
y tocan las campanas
y salen los caballos.
se encienden luminarias.
y sale la bandera
y a San Antón le aclaman

Y con ese entusiasmo
y con esas algazana
la gente forastera,
se queden extasiadas

Ya Paco el casareño
al bajar de su laca
le pregunta su amigo
si la fiesta gustaba
Se calló, no podía
ni contestar palabra

Después que la emoción
lo pasó de su garganta
le responde muy bajo:
Antonio, mi palabra
esta fiesta tan grande
no la tiene las Casas

Pues estas en principios
de fiestas campechanas
de festejos y bailes
y procesión por la mañana

Sale el Santo Bendito
derramando sus gracias
a todo el que en él
pone una noble esperanza

Y aquellas forasteros
que a las fiestas de Pela
vienen sin ilusiones
enamorados quedan
Del trato de hidalguía
y derroche de nobleza
que para todos tienen los hijos de mi Pela

Autor: anónino, recopilada en 1982