No son sólo caballos y jinetes,
Ni las grandes hogueras del pueblo,
O los litros de pitarra y kilos de “biñuelos”.
No son sólo los cohetes,
Camisa blanca, faja, coloridos pañuelos,
O esos gorros puntiagudos mirando al cielo.
No es sólo el tambor haciendo su recorrido,
Ni la infantería animando el festejo
O el asombro de niños y forasteros.
No son sólo esas mantas “guapas”
Tejidas a mano por los nuestros,
O esos madroños de colores repletos.
No, no es sólo lo que el ojo forastero puede ver,
Las lágrimas que nos recorren la piel,
O la presión en el pecho con la que sentimos arder.
Es algo mucho más grande, inexplicable,
Es la historia de un pueblo,
La esencia de aquello que es nuestro.
¿Cómo describir su significado?
Por más que lo intento, no puedo,
No encuentro palabras para tal sentimiento.
Hay que nacer en Pela para ser “Sanantonero”
Y para entender lo que ocurre el 16 de Enero,
Aunque cada vez son más los que forman parte de ello.
Ya lo dice nuestra renombrada jota,
“Encanto de peleños y forasteros”,
Así que no lo dudes, aún estás a tiempo.
Y como no podría ser de otra forma,
Llegó la hora del comienzo,
De lanzar nuestros “VIVAS” al cielo.
Peleños, forasteros,
¡VIVA SAN ANTÓN BENDITO!
Víctor Gallego Baviano