Algarabía sanantonera, en la fiesta de la Encamisá de Navalvillar
La localidad vibró con su popular carrera dando vivas al santo. El toque del tambor ha correspondido este año a una niña.
Navalvillar de Pela se volcó anoche, un año más con su tradicional fiesta de la Encamisá, de interés turístico regional. La popular carrera de san Antón abarrotó la plaza peleña, donde no cabía un alfiler. Poco antes de las 8 en punto de la noche se iniciaba el emotivo pregón del mayordomo de la cofradía de San Antón, Jose Antonio Masa Carmona, que culminaba de forma apoteósica haciendo vibrar a cientos de personas amontonadas bajo el balcón municipal en medio del repique de campanas y estruendo de cohetes con los que se inicia la popular Encamisá.
Es el comienzo del recorrido por las calles del pueblo, un recorrido que se hace a ritmo de paseo; encabezando la carrera el tamborilero. En esta ocasión le ha correspondido tal honor a una niña. Caballería e infantería recorrieron las calles de Navalvillar de Pela haciendo paradas en los puestos de reparto de biñuelos y vino de pitarra, siempre dando vivas a San Antón, a San Antonino y al Chiquirrinino. En diversos rincones del recorrido ardieron las hogueras.
La mayoría de jinetes visten su vestimenta típica, con gorro multicolor puntiagudo a la cabeza, pañuelo multicolor al cuello y camisa blanca, faja roja o negra, pantalón de paño o pana negra, botas y zahones de cuero. Los caballos, en buena parte, van vestidos también de forma típica con cabezón, pecho petral y campanillas, montura, la manta de madroños de esta fiesta y el encintado de la cola.
Los orígenes de esta fiesta, según la leyenda transmitida oralmente conmemora un hecho histórico que se remonta a la Edad Media, cuando un ejército árabe se disponía a invadir el pueblo. En aquel momento, el pueblo movilizado ante la amenaza, utilizó la oscuridad de la noche para contrarrestar la superioridad numérica del ejército moro. La intención era hacer creer al ejército enemigo que el pueblo contaba con una fuerte defensa. Para ello, encendieron numerosas y grandes hogueras, y armaron estruendo con tambores, cencerros y campanillas dando vueltas por las estrechas calles del pueblo formando un gran escándalo, todo ello para impresionar a las fuerzas invasoras.
La jornada de ayer comenzó bien temprano, con la recogida de leña para las hogueras. Por la tarde hubo pasacalles y la bendición de animales. Las actividades continúan este viernes con la misa a las 12.30 horas y la procesión de San Antón. Por la noche actuará el grupo La Guardia. Para el sábado se ha programado el Certamen Regional de Cata de aceite de oliva virgen.
Fuente: www.elperiodicoextremadura.com